miércoles, 4 de diciembre de 2013


No hay palabras exactas que logren expresar, el momento preciso en que Alguien se convierte en especial… sucede sin programarlo, muchas veces sin que exista alguna relación, puede ser contemplando en la distancia lo que resplandece de ese corazón… quizás es culpa de la afinidad o de eso que cuesta tanto definir pero que hace click en nuestro interior y le enciende esa lucecita especial, que ilumina y brilla cuando aparece, y estamos cerca, invade nuestro pensamiento, renovándonos los sentimientos que nos inspira en lo más profundo del corazón. O se puede presentar con alguien que vemos a diario y en ese compartir voluntario e involuntario, produce aquello que no sabemos deducir, pero que es realmente hermoso y mágico.

Cuando alguien es especial, resalta su singularidad, deja de ser parte de un montón y aunque antes mucho tiempo estuvo ahí, y el corazón no lo sintió; ahora su presencia resplandece y todas sus virtudes florecen, opacando aquello que pueda parecer error, porque se le perdona con facilidad, ya que ese toque de especialidad logra que se destaquen más sus dones y se valore el toque de Divinidad que le sabe adornar. Los instantes compartidos, su sola presencia, lo que dice o hace, nos inunda de tranquilidad; no se puede comparar el sentimiento que evoca, porque tiene un lugar tan único y especial en donde goza del privilegio de la total confianza y la fidelidad, es realmente pleno lo que significa, tanto que cuesta mucho imaginar; es tan mágico y transparente que puede pasar desapercibido en silencio, o se las ingenia para saberlo expresar; de cualquiera de las dos formas, llega a ser tan profundo y fuerte que así mismo se siente.

Ha sucedido que quizás ese ser tan mágico y querido, no logra entender, experimentar y valorar ese lugar excepcional que le hace convertirse en una persona muy especial; tal vez por la rutina o la costumbre, o por no poder sentirlo y entenderlo igual, a tal punto que pasa de largo y no corresponde de ninguna forma, al sentimiento que le da sentido a ese amor o amistad... y es así como la magia se puede romper, hiriendo con sus pedazos el corazón de quien lo siente; volviendo al sitio donde está el resto de la humanidad, donde se dan relaciones cotidianas en el vaivén de las almas, que entran y salen, vienen y van, sintiendo soledad... Eso que se pierde es muy difícil volverlo a recuperar, porque la magia que desaparece no se puede retomar... y aunque las cosas parezcan seguir como siempre, ya no es lo mismo; por eso hay que tener el corazón abierto a lo que se le ofrece, porque puede tener mucho más valor y sentido de lo que se cree.

Tal vez sin darte cuenta significas mucho para alguien que de verdad te valora y te quiere, para quien eres una persona muy especial y contempla y disfruta de ti todo lo que eres, más de lo que crees; es de las cosas más hermosas que te puede pasar; no dejes perder eso tan mágico que existe, porque te dará fuerza y paz en los momentos que más lo necesites, ya que el amar y sentirse amado es lo mejor que le puede suceder a los seres humanos. No seas de aquellos que cuando por fin descubren lo que poseen es muy tarde, porque lo han perdido, ya no lo tienen…

1 comentario:

Luis de Burg dijo...

wow... una publicación de hace cuatro años, y sentí que estaba dedicada a mí... me lograron golpear cada una de tus palabras, me golpearon el corazón, el alma, si es que aún la poseo... gracias por buscarme, por encontrarme, no sabes la alegría que me ha dado leer tu comentario en mi escrito... vuelve por favor, no te pierdas en mi pasado...