Aquí estoy, en el mundo de las tinieblas, en donde la luna resguarda mis mayores pecados... estoy ausente del mundo terrenal, sufriendo por no tener tu cuerpo en mis brazos, porque al poseerte podría matarte. Así son mis instintos, el amor no puede vivir en mi, solo me guio de mis necesidades.
Voy caminando entre las tumbas esta noche fría y silenciosa, en donde las almas viajan a espacios vacíos, en donde los ruidos del viento alborotan mi cabello negro. Y mi mirada que aterra a tantas personas es guiada por el silencio.
Y ahí estas tú... tan ajeno a mí, con un rosario en las manos para alejar de tu vida a los malos espíritus, con esas velas y crucifijos impidiendo mi presencia. ¿Por qué me temes tanto?, si yo te puedo dar vida mas allá de la muerte. Te puedo dar fuerza, te puedo imponer temor entre los humanos.
¡Que más da! Cada día mis sentimientos se van a la necesidad de subsistir, deseando tener tu sangre sobre mis labios, beber de tu cuerpo cada liquido vital que emerge dentro de tu piel y hacerte mío. Pero no puedo acercarme a ti, esa energía que emerges me separa de tu espacio y tengo que seguir penando en esta oscuridad en donde me encuentro sola y necesitada.
Mi manto negro se mece con el aire de la noche, el frío del viento llega hasta ti trayéndome de vuelta tu aroma... que delicioso olor desborda tu ser. ¡Podría comerte! pero solo deseo tu sangre, tu sangre dentro de mi espíritu...
Regreso a mi hogar, esa guarida en donde ustedes permanecen inmóviles y son enterrados, en donde sus almas salen en busca de un perdón, de una oración o reclamando su muerte. Ahí descanso mientras repongo mi energía. Tengo que resguardarme de la luz solar para permanecer viva en este mundo de muerte. Mañana volveré, tendrás que caer algún día; cuando menos lo pienses ya estarás en mis brazos y mis colmillos ya habran penetrado tu piel.
¿Por qué te deseo tanto? Me he aferrado a ti desde que supe que existías. ¿O será que el bien que emites en tus oraciones hacen sentir en mi un gran desafío?. No lo se... pero si alguien de mi mundo se llega a enterar pensará que me he enamorado y eso no esta estipulado entre los vampiros. Estaría condenada hasta hacerme ceniza, me clavarían esa estaca en el corazón para sacarte de mi mente o para matar toda ilusión que vive en mi.
No, no estoy enamorada. Solo siento la obsesión de beber de tu sangre para satisfacer mi deseo, no soy un humano, ni una mujer cualquiera.
Yo soy una vampira...